El Reino del Dragón de truenos, el país de la Felicidad, la tradición y su cultura hacen de Bután un destino por descubrir para muchos/as. Una utopía hecha realidad entre montañas y ríos, protegida de las influencias externas y ejemplo de sostenibilidad y equilibrio entre naturaleza y actividad humana. Un modo inteligente de mantener el privilegio de ser considerado el país más feliz del mundo, donde el desarrollo económico debe ir acompañado del desarrollo medioambiental, cultural y el buen hacer de su gobierno. Simplemente fascinante!